Jueves 29 de Diciembre de 2016

¡Que el calor no te detenga!

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Buenos Aires es una ciudad que ofrece a sus habitantes una gran cantidad de espacios verdes totalmente equipados para el desarrollo de actividad física al aire libre. Sea cual sea la hora que pasemos por un parque nos encontraremos con personas de todas las edades realizando actividad. Desde la señora que sale a caminar con su mascota, grupos de running, personas utilizando las máquinas de ejercicios o andando en rollers. El movimiento parece ser un hábito saludable que cada vez pisa más fuerte en nuestra ciudad.

La evidencia científica ha demostrado que el ejercicio regular conlleva muchos beneficios para la salud, pero en esta época del año en que el clima es muy caluroso y húmedo, esto representa un desafío para la capacidad del cuerpo de realizar actividad física. El rendimiento físico se ve disminuido significativamente, y el riesgo de deshidratación y problemas por altas temperaturas aumenta. Por este motivo es que hay que tener precauciones extras para que la salud no se resienta.

Durante la actividad física, los músculos generan gran cantidad de calor que debe disiparse hacia el ambiente o, de lo contrario, ocurrirá un aumento en la temperatura del cuerpo. Debido a esto, la sudoración es la respuesta fisiológica que intenta impedir el aumento en la temperatura, colocando agua en la piel para su evaporación. Siempre que la pérdida de líquido por sudoración sea más rápida que la reposición de fluido, la persona estará en un proceso de deshidratación. ¿Cuál es la clave? Elegir los horarios del día menos calurosos para realizar actividad y preferir realizarlos a la sombra. Llevar ropa fresca y clara y siempre hidratarse bien.

Tips para una buena hidratación en el ejercicio:

  • Antes de la actividad: La ingesta de 250 a 600 mL de agua al menos dos horas antes del ejercicio ayuda a garantizarse que se inicia con un nivel adecuado de hidratación, y además da tiempo suficiente para eliminar cualquier exceso de líquido por medio de la orina.

  • Durante la actividad: La meta de la ingesta de agua debería ser compensar la pérdida de líquido por sudoración. Esto se logra tomando pequeñas cantidades (125 a 500 mL de fluido) con regularidad, más o menos cada 15 minutos.

  • Después de la actividad: Para una rehidratación efectiva, las bebidas y los alimentos deberían reponer no sólo el volumen de líquido perdido sino los electrolitos perdidos por sudoración.

Recordá que una buena hidratación durante todo el día es la mejor forma de prevenir una deshidratación cuando se sale a entrenar.