Buenos Aires de mi amor,
¡oh, ciudad donde he nacido!
No me arrojes al olvido
yo, que he sido tu cantor.
El adiós de Gabino Ezeiza, milonga, 1933.(Fragmento).
Música: Enrique Maciel, letra: Héctor Blomberg
Gabino Ezeiza (1858, San Telmo - 1916, Floresta) se ganó el título de Payador de Payadores porque reunía de sobra todas las condiciones que este arte
requiere.
Fue el autor de importantes innovaciones tanto en lo que se refiere al género en si como a la profesionalización del artista.
Víctor Di Santo dice que el jurado dio por ganador a Gabino en el contrapunto con Vázquez en Pergamino, porque Ezeiza era un payador nato.
El ingenio en el armado espontáneo de los versos, la rapidez y contundencia del remate, y la picardía que su experiencia le aportaba fue lo que en definitiva
inclinó la balanza a su favor en este duelo de gigantes.
Abel Zabala resume las cualidades que se requieren para ser payador:
La improvisación: el payador estrena e improvisa en cada escenario. No repite los versos, no usa frases hechas ni fórmulas introductorias estereotipadas.
La inspiración poética y el talento que dan lugar a la elegancia en el decir.
La agilidad mental que le permita responder al público, contestar al adversario y rematar los versos.
El conocimiento de los hechos del pasado y del presente.
El dominio del lenguaje para expresarse: variedad en la adjetivación, brillo en las imágenes, coherencia en las metáforas, riqueza en las rimas.
La correcta ejecución de la guitarra.
Fuentes:
Di Santo, Víctor. Gabino Ezeiza: precursor del arte payadoril rioplatense.1ºed. Buenos Aires: Marta Argentina Moreno, 2005. 267 p.
Zabala, Abel. Al son de la rústica cuerda. El verso improvisado en el Rio de la Plata.Turón: Fundación el Marchal, 2007. 327 p.
Imagen: recorte tapa de la biografía de Ezeiza por Víctor Di Santo que citamos más arriba.
