El espacio público ubicado en Miralla y Ordóñez históricamente es escenario de festividades, torneos y eventos en Villa 20. Adquirió un significado especial entre los vecinos a lo largo del tiempo y es por eso que va a ser puesto en valor con el objetivo de sea un lugar que invite a más encuentros.
Una cancha de fútbol con césped sintético, un área de descanso con mobiliario urbano, un espacio de juegos infantiles, una estación saludable y luminaria, van a convertir a la Cancha de los Huérfanos en el punto protagónico del barrio.
“La Cancha de los Huérfanos es mi vida, los domingos eran una fiesta. Nos criamos acá, venía el país a jugar”, recordó Luis Herrera con mirada nostálgica y dijo que la puesta en valor del espacio va a ser como recuperar su juventud e infancia.
En la Mesa Participativa se le introdujo a los vecinos el proyecto y pudieron dar su opinión, aportar ideas y expresar inquietudes. En conjunto se repensaron algunas líneas y trazos del plano hasta llegar a un acuerdo y se debatieron cuestiones que fueron surgiendo. Entre otras cosas, se resolvió hacer la cancha más grande.
“El espacio está destrozado. La obra va a favorecer la inclusión. Hay muchas madres que están trabajando y sus hijos ocupan este espacio durante el día. El deporte es bueno para ellos, evita que tomen malos caminos y los incentiva a recrearse”, explicó Miriam Rocha, vecina de Villa 20.
La Subsecretaría de Hábitat e Inclusión junto con la Subsecretaría de Hábitat y Desarrollo Humano de la Nación serán quienes recuperen y pongan en valor este pulmón de Villa 20. Finalizada la obra la cancha permanecerá abierta a toda hora del día y además se darán actividades deportivas a lo largo del año para chicos y grandes. Como lo soñó Pablo Gonzáles, Cancha de los Huérfanos va a ser más que nunca un espacio donde sociabilizar y disfrutar.
