Con una frescura y un desparpajo que no pasan desapercibidos, Juliana Carcar se lleva el cariño y las miradas de todo el plantel del Registro Civil porteño de la calle Uruguay 753, en el que trabaja desde hace ya unos cuantos años. Vecina de caballito, tiene 39 años y una discapacidad mental que limitan su normal desempeño para algunas tareas pero su espíritu positivo y sus ganas de crecer parecen vencer esa dificultad.
Cada semana, de lunes a viernes, la encuentra en la Gerencia Operativa de Registración, desde donde es testigo de la felicidad y el sueño cumplido de miles de vecinos que deciden casarse en ese histórico edificio.
Llega a las 9, después de haber leído las noticias y pasear a su perro, y se ocupa de distintas gestiones administrativas y contables; en especial, de la mensajería y otras tareas que tienen que ver con la oficina de Matrimonios.
"Juliana es muy colaboradora y siempre se la ve contenta cuando trabaja", contó Mariano Cordeiro, Director General del Registro Civil y Capacidad de las Personas, quien agregó en off que "Juliana no para". Después del trabajo baila zumba, estudia teatro y hasta grabó la película Down para arriba, dirigida por Gustavo Garzón.
"Es una mujer con garra y con iniciativa. La verdad que va para adelante; se manda", acotó Gladys Silva, Secretaria de la Dirección de Registración con quien comparte oficina.
"Nunca tuve un trabajo tan movido y eso es lo que más me gusta porque siento que soy útil, que ayudo y sé que estoy progresando mucho acá", expresó Juliana quien también va por el sueño de casarse y seguramente lo concretará en este lugar que la ve crecer.
