Jueves 16 de Agosto de 2018

El bramido de Düsseldorf, en la temporada internacional del Teatro San Martín

La obra escrita y dirigida por Sergio Blanco se presenta con cuatro funciones del jueves 16 al domingo 19 de agosto.

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El jueves 16 de agosto a las 20.30 se estrenará, en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín (Av. Corrientes 1530), El bramido de Düsseldorf, escrita y dirigida por el dramaturgo y director teatral franco-uruguayo Sergio Blanco.

El elenco está integrado por Gustavo Saffores, Walter Rey y Soledad Frugone. 


Serán cuatro únicas funciones, del jueves 16 al domingo 19 de agosto a las 20.30.

El espectáculo ofrece un vertiginoso juego teatral que aborda el tema de los límites del arte, el asunto de la representación de la sexualidad y la cuestión de la búsqueda de Dios.

“El bramido de Düsseldorf” contó con el apoyo financiero del Régimen de Promoción Cultural Mecenazgo del Ministerio de Cultura.

La obra se realiza en cooperación entre el Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA) y el Instituto Nacional de Artes Escénicas de Uruguay (INAE).


Sobre la obra

Siguiendo la línea de autoficción en la cual el dramaturgo Sergio Blanco viene incursionando desde hace algunos años, su último texto teatral, El bramido de Düsseldorf, es una pieza que relata la agonía y la muerte del padre de un autor teatral en una clínica de Düsseldorf, ciudad a la cual este dramaturgo ha viajado para llevar adelante un proyecto incierto.

A medida que la pieza avanza, se irán entrecruzando en un vertiginoso juego teatral, las tres posibles hipótesis por las cuales el dramaturgo se encuentra en Düsseldorf: su asistencia a la inauguración de una exposición sobre Peter Kürten –el célebre asesino en serie alemán de principios del siglo XX conocido con el apodo de El vampiro de Düsseldorf– para la cual el autor ha escrito el catálogo, la firma de contrato como guionista de películas pornográficas con una de las productoras cinematográficas más importantes de la industria porno europea, o la conversión al judaísmo por medio de su circuncisión en la famosa Sinagoga de Düsseldorf. De esta forma, paralelamente al tema de la muerte del padre -que será central-, el texto abordará también los límites del arte, la representación de la sexualidad y la cuestión de la búsqueda de Dios.