Martes 26 de Enero de 2016

La red C40 eligió a Buenos Aires como la primera Ciudad latinoamericana en probar el sistema CURB

Climate Action for Urban Sustainability Model (CURB) permite a las ciudades identificar y priorizar oportunidades de reducción de carbono y evaluar estrategias para la mitigación y adaptación al cambio climático.

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La red internacional C40, que nuclea a las principales megaciudades del mundo que luchan contra el Cambio Climático, envió a sus representantes a Buenos Aires para convertir a la Ciudad en la primera en recibir el software Climate Action for Urban Sustainability Model (CURB) en Latinoamérica.

Mediante un taller, donde se focalizó en la utilización de la herramienta, la Agencia de Protección Ambiental recibió la capacitación necesaria para implementar el sistema.

CURB permite a las ciudades identificar y priorizar oportunidades de reducción de carbono y evaluar estrategias. Es una herramienta que ayuda a plantear las metas de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y calcular el potencial de reducción local. Además, ayuda a controlar los cumplimientos y proyectar acciones.

La herramienta toma diferentes variables, como la normativa nacional, los compromisos asumidos por la Ciudad y los niveles de emisiones actuales, entre otros, y permite prever con flexibilidad cómo impactarán en las emisiones futuras los diferentes proyectos que se impulsan.

En ese marco, el presidente de APrA, Juan Bautista Filgueira y el director general de Relaciones Internacionales y Cooperación, Francisco Resnicoff, junto a sus equipos, participaron de un desayuno de trabajo con el representante de la red, Michael Doust, durante el cual conversaron sobre el plan de acción climático de la Ciudad de Buenos Aires para los próximos años y las posibilidades de trabajo conjunto. Al término de las jornadas, y como primer aporte, el equipo técnico de APrA brindó insumos y propuestas para perfeccionar la herramienta.

Es una herramienta que ayuda a plantear las metas de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero y calcular el potencial de reducción local. Además, ayuda a controlar los cumplimientos y proyectar acciones.

Buenos Aires adhirió a la red en el año 2009, y desde entonces ha tenido una activa participación. En marzo de 2015, la Ciudad suscribió el Acuerdo de Alcaldes, y nueve meses después cumplió con todos sus compromisos.

En ese momento, se convirtió en la segunda ciudad en la región y una de las diez primeras en el mundo en cumplir con las exigencias internacionales para sus objetivos de mitigación y adaptación frente al Cambio Climático.

El C40 reconoció en su momento a la Ciudad con la certificación Compact Compliant, cuyo objetivo es destacar el accionar de las ciudades que cumplieron con las exigencias de la organización. Buenos Aires y Río de Janeiro fueron las únicas ciudades latinoamericanas entre las diez que recibieron la distinción hasta ese momento.

Mediante el taller realizado el 20 y 21 de enero, la red volvió a reconocer el trabajo de Buenos Aires como una de las ciudades líderes a nivel mundial en la lucha contra el cambio climático, y puso a disposición de las autoridades porteñas esta herramienta que ayudará a mejorar y delinear las políticas ambientales, en sintonía con las conclusiones alcanzadas por las naciones en la cumbre climática de Paris.