Jueves 05 de Abril de 2018

La estadística, una herramienta al servicio de la agenda de género

Por Fernando Straface, Secretario General y de Relaciones Internacionales de la Ciudad

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En 1940, la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos comenzó a recopilar información de empleo con encuestas de hogares. Desde entonces, publica mensualmente la tasa de desempleo: eso genera un saludable debate nacional sobre cómo bajar el desempleo, en el que la rigurosidad del dato es indiscutida para todos.

Cuando un sistema estadístico oficial mide un dato o conjunto de datos, eleva esa cuestión a una prioridad del Estado. Basado en la idea de que para intervenir exitosamente en la realidad lo primero es conocerla, el Gobierno de la Ciudad lanzó un Sistema de Indicadores de Género que brinda una visión integral sobre la situación de género. Así, institucionaliza la medición de indicadores para cerrar la brecha estadística y aporta evidencia para tomar mejores decisiones de política pública.

Mujeres y varones hacemos un uso diferenciado de los servicios y de la ciudad. El transporte público, por ejemplo, no es neutral al género. A esa conclusión llegó la conferencia Transformaciones en el transporte, realizada este año en Washington, basada en encuestas, registros de empleo, datos de accidentes, percepciones de inseguridad y denuncias de acoso.

Las mujeres suelen usar más el transporte público y caminar más, porque en ellas recae la principal responsabilidad del cuidado, a la que se suman las tareas laborales. Con esta evidencia, Helsinki, en Finlandia, decidió que quienes viajan con cochecitos lo hagan gratis, para alentar a padres y madres a usar el transporte público. En Estocolmo, la política de limpieza prioriza veredas y bicisendas, y solo cuando la nieve alcanza los 6 cm. limpian las calles, comenzando por las rutas de colectivos. Así, facilitan el traslado de mujeres que caminan o usan la bicicleta.

Estos ejemplos evidencian que los servicios necesitan considerar la perspectiva de género. El desafío de la igualdad de género, que comparten el sector público y el privado, exige información para saber dónde estamos parados y cuáles son las mejores decisiones.

El sistema de indicadores de la Ciudad que presentaron recientemente el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, Guadalupe Tagliaferri, contó con el asesoramiento de ONU Mujeres, y sigue el marco conceptual de CEPAL, que organiza la información en tres dimensiones. La autonomía en la toma de decisiones incluye variables de participación femenina en distintos ámbitos de la vida pública. La autonomía económica, variables sobre brecha salarial, acceso a recursos económicos, inserción en el mercado laboral, entre otras. La autonomía física, información sobre violencia de género, acceso a la salud sexual y reproductiva, uso y seguridad del espacio público. También suma datos de gestión, como el uso de polideportivos y Estaciones Saludables.

Inspirado en los modelos de Chile, México, Perú y Uruguay y ciudades europeas y canadienses, el sistema porteño es el primero que brinda estadísticas en estas tres dimensiones para una ciudad, lo que permite abordar integralmente el tema. Además, presenta la información en formato abierto y la visualiza con gráficos dinámicos. Así, pone a Buenos Aires en un grupo de ciudades que, como Berlín, Oslo o Helsinki, están haciendo avances para mostrar datos sobre la situación del género.

Helsinki u Oslo tienen muy buena información producida por el estado nacional. Basadas en las estadísticas y el Atlas de Igualdad de Género del estado federal, Berlín y otras ciudades producen reportes sobre la situación de género. Viena produce información desde 1993 y en 2014 publicó un reporte de monitoreo que incluye 199 indicadores sobre temas como participación, trabajo no remunerado, medioambiente, vivienda y espacio público.

Próximamente, el sistema porteño incorporará una medición sobre el acceso de las mujeres a puestos jerárquicos en el CONICET, la cuenta satélite del trabajo no remunerado en los hogares, y datos de programas de gestión, como el uso de las Ecobicis y participación en BA Elige.
El Sistema de Indicadores de Género es una herramienta al servicio de la agenda de género y una invitación a que más actores se involucren. Mucho es todavía lo que hay por recorrer. El camino será más corto si lo transitamos con información que guíe a los sectores público y privado.

Nota originalmente publicada en El Cronista