Los encuentros suceden en el Colegio Filii Dei y convocan a casi 200 participantes que, en tres grupos diferentes, se reúnen para dialogar, conocerse y construir una visión colectiva de la nueva Feria 31 que está en pleno proceso de formalización.
En los primeros encuentros los participantes compartieron sus experiencias como feriantes y sus perspectivas de cómo mejorar la feria del Barrio una vez que esté terminada la obra. La conversación abierta aseguró que cada feriante fuera escuchado y se destacaron temas como el mejoramiento de la seguridad e higiene, la representación de los vendedores y la distribución de los puestos.
“Espero que la feria nueva beneficie a todos los trabajadores”, Miguel Castillo, feriante del Barrio 31.
Al final de cada taller, los participantes escribieron la regla que ellos consideraron la más esencial para la nueva Feria, y el resultado común fue “respeto”: una palabra que capturó perfectamente los esfuerzos colectivos de los feriantes y de los trabajadores de la Secretaría para juntos mejorar la feria del Barrio.