Martes 05 de Febrero de 2013

El arte del fileteado porteño

Conocé las particularidades de esta expresión plástica de la cultura popular de Buenos Aires. Un recorrido por su historia y sus artistas contemporáneos.

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El fileteado es la expresión artística que mejor representa a Buenos Aires; es un arte decorativo y popular que incorpora el dibujo y la pintura. Una de las tantas definiciones que podemos encontrar en el diccionario sostiene que filete es: “del Latín filo = hilo/lista angosta en moldura/ línea fina para adornar dibujos” y filetear se define como “adornar con filetes”.

Podemos concluir que esta idea de un hilo decorativo inspiró una práctica que luego se transformó en el arte que hoy conocemos como fileteado porteño.


Un poco de historia

Al igual que en el tango, en el fileteado porteño no existe acuerdo en cuanto a su historia y a sus orígenes, como tampoco hay un primer artista iniciador. Precisamente, por ser un arte popular, el fileteado tuvo poca documentación y lo que hoy en día conocemos es a través de testimonios orales. No hay una fecha exacta que marque su comienzo y tampoco se conoce a un primer fileteador o iniciador del género.

Entre los historiadores existe un acuerdo general acerca de que el fileteado porteño es un arte decorativo y popular que nace en Buenos Aires a principios del siglo XX. Los primeros fileteadores desarrollaron su actividad en forma espontánea en las fábricas de carros de la Ciudad. Los testimonios coinciden en que estos primeros maestros y artesanos del oficio fueron inmigrantes italianos que trabajaban allí.

Los tres primeros fileteadores que se conocen son Salvador Venturo, Vicente Brunetti y Cecilio Pascarella. Una anécdota cuenta que en la avenida Paseo Colón existía un taller de carrocerías en el que trabajaban colaborando en tareas menores dos niños humildes de origen italiano: Salvador Venturo y Vicente Brunetti. Un día, el dueño del taller les pidió que dieran una mano de pintura a un carro, que por aquellos tiempos estaban pintados en su totalidad de gris, el color municipal reglamentario. Quizás por travesura o sólo por experimentar, los niños pintaron los chanfles del carro de colorado y esta idea gustó a su dueño. A partir de ese día otros clientes quisieron pintar los chanfles de sus carros con colores y otras empresas de carrocería imitaron la idea.

Actualidad del fileteado porteño

El renacimiento del fileteado está vinculado a la búsqueda de nuevos soportes y espacios. Además de los clásicos vehículos y comercios se aplicó a fachadas de casas, a la ropa, a las botellas, a los cds y hasta en el cuerpo de las personas.

También adquirió difusión en el exterior a partir de las obras de Jorge Muscia y Martiniano Arce. Entre los años 2003 y 2004 se organizó el concurso El Abasto y el fileteado porteño, que revitalizó al arte en los alrededores del barrio y de la Casa Museo Carlos Gardel, cuya cuadra de Jean Jaures al 700 se la denominó Paseo del Fileteado.

Por otro lado, en el año 2006, por impulso de Norberto La Porta, el fileteado se declaró Patrimomio Cultural y se derogó la ley que prohibía el filete en los colectivos. Uno de los barrios de Buenos Aires que lidera el circuito temático del Fileteado es Boedo, donde se destacan más de 40 placas bajo este género, elaboradas por el maestro Luis Zorz, las cuales relatan gran parte de la historia del lugar y sus personajes emblemáticos más asiduos. Esta característica lo convierte en la Capital del Filete Porteño.

El itinerario del fileteado recorre con sus llamativos trazos barrios como Boedo, San Telmo y La Boca, en los frentes de sus comercios, paredones y carteles.