Viernes 21 de Noviembre de 2014

Se inauguró una muestra de Sendra en el Museo del Humor

"Vacaciones con Matías" incluye publicaciones, dibujos, esculturas y proyecciones sobre el popular personaje creado por Sendra. Hasta el 1 de marzo, se exhibe en las salas A y B del Museo ubicado en la Costanera Sur, en la ex cervecería Munich

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El sábado 22, quedó inaugurada una muestra del humorista gráfico e historietista Fernando Sendra, en el Museo del Humor (Avenida de los Italianos 851, Costanera Sur).

Se trata de "Vacaciones con Matías", donde se exponen publicaciones, dibujos y esculturas en torno del popular personaje creado por el humorista.

La exposición fue organizada por Fundación OSDE, Sucursal Mar del Plata y está dirigida a un público de todas las edades.

Podrá ser visitada hasta el 1 de marzo de 2015 en las salas A y B (planta baja) de lunes a viernes de 11 a 18; sábados y domingos de 10 a 20 y feriados de 12 a 20.

Entrada: Jueves a domingos y feriados $10; lunes, martes y miércoles gratis. Menores de 14 años: gratis todos los días.

Para visitas guiadas:visitasguiadasm@buenosaires.gob.ar; museodelhumor@buenosaires.gob.ar

Desde el invierno de 2013 la exposición fue exhibida en Mar del Plata, Miramar, Necochea, Santa Teresita, Balcarce y Tandil, para finalizar su recorrido en Buenos Aires.

Con más de cuarenta años de trayectoria, con recopilaciones de sus historietas, libros de texto, participaciones en campañas solidarias y merchandising, entre otras aplicaciones, el mundo de Sendra no tiene fronteras.

En el microcine del Museo se exhibirán videos y PowerPoint relacionados con el personaje.

Yo, Fernando

Dicen que cuando a uno le piden el curriculum, es porque no debe haber hecho gran cosa. ¿Quién le hubiera pedido su curriculum a Picasso, a Ghandi o a Fangio? ¿Quién le pediría que detalle sus aciertos a Stephen Hawking o a Leonardo Di Caprio?

Tuve algunos premios: TEA, Prossa, ALIJA, Educarte, Fundación Sin Anestesia (tres veces, creo), Konex (dos veces), Lobo de Mar, Organización Panamericana de la Salud... El Concejo Deliberante de Mar del Plata me nombró “Ciudadano Ejemplar”, cosa que valoro muchísimo porque yo nací ahí en el '49, y mi bisabuelo llegó a Mar del Plata en 1885, poniendo las vías del ferrocarril. Le gustó el agua y se quedó.

Llevo publicados más de treinta libros. Estudié Bellas Artes, un poco de Ingeniería, publico en más de sesenta diarios del interior y del exterior (Venezuela, Chile, México, España, EE UU, Ecuador, Bolivia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica); también en Clarín, Acción, y trabajé en casi todos los medios gráficos de mis años mozos, incluyendo los diarios La Razón, Tiempo Argentino y Página/12. Escribí una novela que se titula La calle de las cuatro enaguas. ¡Extraordinaria! ¡No se la pierda! ¡Solicítela ya mismo a su librero!

Hice publicidad, exposiciones, ciclos de charlas, tele, di cursos, me enojé con editores, tuve una editorial en sociedad con otro que era más vivo que yo, trabajé para un montón de campañas sociales y públicas, de vez en cuando escribo cuentos y si me pongo a pensar un rato, seguro que aparecen más cosas. Participé del Foro Económico Latinoamericano 2001 y del Foro Económico de Davos 2002, de la Eco 92, de las Ferias del Libro de Bogotá y de la Argentina y de numerosas exposiciones individuales y colectivas. Fui jurado de premios varios y concursos de manchas, y mientras tanto sigo comiendo pizza delivery y pastel de papas.

Conozco las Cataratas del Iguazú, que ya sé que no tiene nada que ver pero no quería dejar de mencionarlas. Además pago mis impuestos, duermo tranquilo, conseguí una novia divina a los 56 años, tengo cuatro hijos que son mi luz y me compré una casita de fin de semana. Trabajo mucho, pero me encanta: Me salvé del servicio militar por atorrante y uso barba desde los 19.

Los viernes juego al poker, para lo que soy bastante bueno. Quedan avisados.

No sé qué más decir. Puse todo. Lo juro. Solo omití lo malo, que ocupará tanto o más que esto, pero ya me perdoné.

Si quieren más datos, llamen a mi vieja.

Fernando Sendra

Matías, un colado en el sistema

Por Julio Neveleff

"Desde Charlie Brown (Charles M. Schulz, aparecida entre 1950 y 2000), pasando por Mafalda (Quino, aparecida entre 1964 y 1973) hasta Matías, existe una larga tradición de niños que, desde un apariencia inocente y un lúcido intelecto, interpelan a los adultos. Cualquiera de estos niños puede, en tres o cuatro cuadritos, enternecer al lector, hacerlo descostillar de risa o demoler una conducta colectiva con más efectividad que un tratado de sociología. Aunque están sólidamente enraizados en su entorno y cuentan con una red de amigos que define las características propias del medio y el momento en que nacieron, por el mismo hecho de ser niños, el contenido de sus ocurrencias es universal.

Si Mafalda refleja los conflictos y patrones sociales de la segunda mitad del siglo XX, Matías los representa a principios del XXI. Aunque muchas de las preocupaciones de Mafalda mantienen una lamentable vigencia hoy en día, su configuración familiar y costumbres reflejan otra época, otro país, que suena ajeno a los jóvenes y alimenta la nostalgia de aquellos mayores que tuvieron la oportunidad de leer la genial creación de Quino en el momento en que fue publicada. Matías vive en la gran ciudad, no se sienta en la vereda ni compra en el almacén de la esquina, juega con la computadora, su madre no es la tradicional “ama de casa”, jamás se menciona a su padre, y uno de sus amigos es el refugiado Lazlo, un niño centroeuropeo que toca el acordeón. Cuando Mafalda, una típica rebelde sesentista, pretende cambiar al mundo, Matías, un chico de los 2000, lo vive con simpatía y una pícara adaptación, no exenta de crítica sutil.

Matías registra un antecedente en la tira Vida diaria, publicada a mediados de los ochenta en el diario La Razón. En ella, Sendra mostraba a una familia tipo donde la interacción que se daba entre el menor de los hijos y la mamá prefiguraba en un todo los diálogos de Matías con su madre. También en La Razón, en 1985, se comenzó a publicar Prudencio, la historia de un típico guapo de arrabal en conflicto con los vaivenes de los tiempos modernos. Esta tira se mudó luego a la contraportada de Clarín, donde se publicó entre 1990 y 1993. En este último año hace su aparición como personaje secundario el pequeño Matías. Su impacto fue tan arrollador que se adueñó de la historia, diluyendo a Prudencio (en una involuntaria metáfora de los tiempos que cambian) y mutando el nombre de la tira por el de Yo, Matías. En 1994, en la revista Viva (suplemento dominical de Clarín), comienzan a publicarse El ombligo observador y El diario íntimo de Matías, donde Sendra se libera de la estructura de tira diaria y deja volar la imaginación de su personaje. En una nota periodística, Fernando Sendra declaró:

“Yo creo que la historieta no habla sobre situaciones sino sobre emociones. Habla sobre la felicidad, el amor, el odio, la envidia, la bajeza… […] A través de Matías puedo hablar de, por ejemplo, la sexualidad, la droga, la homosexualidad, entre otros temas escabrosos que andan por ahí dando vueltas. Porque hay temas que no se hablan con los chicos, ¡pero ellos son más vivos que nosotros! ¿Acaso no saben lo que es un canal porno? A lo mejor no lo ven, pero saben de su existencia, saben lo que es y están esperando una fisura en el sistema para colarse.” –explica Sendra.

Desde Fundación OSDE elegimos a Matías para centrar en él una muestra de algunos trabajos de Fernando Sendra, y como el universo creativo de su autor no se reduce a Matías, lo acompañamos con viñetas y dibujos que, dirigidos a un público adulto, pueden hacernos reír y pensar".