Martes 04 de Septiembre de 2018

En clave de tango

Durante el mes de agosto Buenos Aires vibró al compás del tango con incontables artistas, poetas, músicos, público, bailarines, milongueros y una audiencia cada vez más amplia y heterogénea deseosa de participar.

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Desde la perspectiva de patrimonio inmaterial, nos enfocamos en observar y conocer los modos en que el tango es reapropiado, qué sucede con el intercambio entre generaciones, qué prácticas se producen, y qué rol juegan las políticas culturales de la ciudad.

El Festival y Mundial de Tango desplegó una multiplicidad de prácticas y enfoques que van más allá de lo que pueda contarse en esta nota. En la programación de cursos y talleres Polo Bandoneón pudo mostrar y compartir la intensa labor de enseñanza y transmisión del género musical a través de clínicas, conciertos de la orquesta y clases magistrales en un espacio emblemático de la ciudad como es el Puente Alsina, edificio adonde concurren gratuitamente alumnos de todas las edades a ser formados por músicos de enorme trayectoria.

En la Usina del Arte la muestra fotográfica “Milongueros” de Nora Lezano convoca a la milonga a través de los personajes retratados, desde la profundidad de sus gestos, la gracia de la pose, la complicidad de miradas que invitan al baile a quien contempla la imagen como emergiendo del fondo blanco en una intención de movimiento.

Pero esto no fue lo único que sucedió en la ciudad: paralelamente en el barrio de Almagro el Club Atlético Fernández Fierro realizó su segundo festival FACAFF II, un encuentro autogestivo realizado por los mismos músicos que integran la programación y que “muestra la rica escena del tango contemporáneo, alejado de los estereotipos del pasado y el tango for-export”. Otra cara de la realidad que se vive en el género: desde sesenta y cinco formaciones musicales de dúos de violín hasta orquestas típicas, más ocho presentadores actores-músicos- performers de varieté que conducen cada una de las veintiún noches. Si hay algo que puede sentirse es la potencia de nuevos sonidos y de la poesía urbana, es decir la convergencia de un tango que se recrea constantemente en el mismo momento que suena y se escucha.

Y la buena noticia para los milongueros y dueños de los espacios de milonga es que hasta el 4 de septiembre sigue abierta la primera convocatoria de BAMilonga que otorga subsidios para el fomento y protección de la actividad. Luego de una larga e insistente acción de la comunidad milonguera y la Asociación de Organizadores de Milongas, la ley de fomento se concretó como programa tanto para milongas comerciales como para aquellas con sentido social.

Nada más vivo en la ciudad que el tango.