La Agencia de Protección Ambiental (APrA) de la Ciudad dio por finalizada la obra de mejora y ampliación de su depósito de Aparatos Electrónicos en Desuso (AED). El predio, ubicado en Villa Soldati, recibe todos los dispositivos que el Poder Ejecutivo porteño ya no utiliza para su correcta gestión ambiental.
Una vez allí, los elementos son seleccionados y clasificados para su posterior reciclado, parte por parte. Hasta el 31 de diciembre del 2014, la aplicación de la ley 2.807 que norma el procedimiento, logró gestionar casi 40 mil unidades.
Entre los dispositivos que se envían al depósito están los equipos de computación, fax, teléfonos, dispositivo de imagen y sonido, aparatos de precisión, fotocopiadoras, máquinas de escribir eléctricas o electrónicas, calculadoras, aires acondicionados, radiadores, entre otros.
En su recorrida por el predio, el presidente de APrA, Juan Carlos Villalonga, destacó la importancia del avance en el reciclado de dispositivos electrónicos: "Este es un programa interino que procura minimizar el impacto ambiental de estos residuos y alentar su reciclado y reutilización. Hablamos de programas interinos o transitorios porque su objetivo es minimizar los riesgos de un problema que escala sin cesar en todo el país y cuya solución es una legislación nacional que ordene todo el sistema y aplique la Responsabilidad Extendida del Productor (REP)".
“La REP establece la responsabilidad que tienen las compañías tecnológicas ante la gestión de los aparatos y dispositivos que colocan en el mercado luego de su vida útil", afirmó Villalonga.
Los materiales recibidos en el depósito son clasificados y procesados a través de la Asociación Civil Centro Basura Cero. De la totalidad de las piezas recibidas, el 80% ha sido destinado a reciclaje y reutilización y el 20% restante a disposición final.
A su vez, el 29 % del material reciclado corresponde a chatarra, el 24% a plásticos y el 20% a cobre. El 95 % de los aparatos recibidos corresponden a equipos de informática tales como CPU, monitores, teclados, parlantes e impresoras, entre otros.
"Este programa se propone mejorar el sistema que tiene la Ciudad para gestionar de un modo responsable sus propios aparatos electrónicos en desuso y, a través de él, el Gobierno porteño se transforma en un actor central en el reciclaje y la recuperación de sus aparatos electrónicos", concluyó Villalonga.
