Martes 16 de Mayo de 2017

Cómo funciona el Centro de Reciclaje de Villa Soldati

Procesa 2.500 toneladas diarias de residuos áridos, orgánicos, forestales y plásticos PET que antiguamente iban a relleno. Este año sumó una planta MRF que permite reciclar el material de las Campanas y Puntos Verdes en forma mucho más eficiente.

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Hasta el año 2013, Buenos Aires enviaba a relleno todos los residuos que se generaban, cuando no se disponían ilegalmente. En marzo de ese año comenzó a funcionar el Centro de Reciclaje de Villa Soldati, en principio con su planta de áridos (residuos de la construcción). Desde entonces su capacidad fue ampliada y hoy ya suma otras tres plantas, poda, orgánicos y plásticos PET, que le permiten procesar 2.500 toneladas diarias de residuos, unas 600.000 por año.

Este año, el Centro incorporó otra planta llamada MRF, por sus siglas en inglés "Material Recovery Facility", el primer centro verde automatizado de la Ciudad, que permite procesar todo el material seco que viene de las campanas o Puntos Verdes, y hacer una separación automática de papeles, cartones, metales, vidrios y metales no ferrosos.

La ventaja del MRF es que tiene una mayor eficiencia en la separación y una productividad muchísimo más grande que un Centro Verde: permite tratar unas 10 toneladas/hora, cuando en los Centros Verdes es de 20 a 30 toneladas por día.

Aridos

Los restos de la construcción y de obra de la Ciudad llegan en camiones volqueteros. La planta hace una separación de los materiales que no son de construcción, y la recuperación de maderas, cartones, plásticos telas.

Y después por procesos de separación magnética, separa metales, y por procesos de separación granulométrica, separa por tamaño lo que llamamos suelo estabilizado, granza, piedras para hormigón pobre y escombros.

En promedio se procesan unas 2.400 toneladas por día de material, que anteriormente iban a relleno sanitario o se descartaban ilegalmente.

Forestales

Recibe la poda que realizan las comunas. Primero se hace una inspección visual para que no tengan contaminantes, como metales, restos de veredas y adoquines. Y después pasa por un proceso de chipeado, en el que una máquina tritura todo el material, generando chips de un tamaño menor a 10 centímetros, que después se comercializa a todo el país como estructurante de suelos.

También hay una línea de coloración que permite que el material se transforme en munch, que es utilizado en parques en forma decorativa, y tiene la particularidad de retener humedad y mejorar las condiciones del suelo.

Dependiendo de la época del año, la planta de poda puede procesar entre 80 y 100 toneladas por día.

Orgánicos

La Ciudad hace una recolección diferenciada de residuos de polos gastronómicos y supermercados. Diariamente llegan a Villa Soldati unas 10 toneladas de material orgánico. Primero se hace es una separación visual del material no apto, como pueden ser bolsas de plástico o algún elemento contaminante que no sea orgánico.

Después el material entra a una tolva de alimentación donde se dosifica, una parte orgánica y una parte de poda, para dar la mezcla nitrógeno-carbono que permite compostar el material dentro de un biorreactor cerrado.

Allí se aloja unos 12 días, y el producto final es almacenado en un galpón de acopio para que termine su maduración y sea apto para utilizar como compost o mejorador de suelos. La planta de orgánicos procesa 10 toneladas por día, pero está construida en forma modular, de forma que se puede ampliar su capacidad para procesar hasta 40 toneladas por día.

Plásticos PET

Recibe fardos de botellas y primero se separan las que no son PET, como por ejemplo lavandinas, aceites o champú. Luego el material es pasado por un trommel, que es una zaranda giratoria, que lo libera de elementos sueltos, como tierra, tapas sueltas, etiquetas, metal.

Después pasa por una separación manual, donde operarios calificados separan el plástico por su tipo, dejando solamente lo que es botellas PET. Las botellas pasan a un molino que tritura el material y lo transforma en escamas, de unos 5 milímetros. Ese material pasa luego por una batea de lavado, donde con químicos se lo libera de restos de pegamento, de alimentos o de gaseosa.

Una vez que el material es lavado, se enjuaga en unas bateas de lavado y luego es transportado mediante aire caliente a la parte de embolsado. Las escamas de PET se pueden reutilizar como botellas o para fabricar polars y escobillones, dependiendo de la calidad con que salga del proceso. La planta tiene una capacidad de procesamiento de 16 toneladas por día.