Su nombre anterior era Cercis yunnanensis. El nombre del género le fue dado por Teofrasto y proviene de la palabra griega kerkis que significa nave, por la forma del fruto. Pertenece a la familia de las Fabaceae, subfamilia Caesalpinioideae.
Nativa del este y centro de EE.UU, es un arbusto de crecimiento muy rápido, ramas abiertas en forma de vaso, con ramas verticales. Hojas caducas, en forma de corazón, muy vistosas, que aparecen en el árbol luego de la impresionante floración de comienzos de primavera. En otoño se vuelven amarillas.
Para la latitud de Buenos Aires, durante el mes de agosto, sus ramitas desnudas se cubren totalmente de racimos de flores color rosado intenso, amariposadas, muy visitadas por abejas.
Requiere ubicación a sol o sombra parcial, suelo bien drenado, nunca encharcados. Es altamente tolerante a la contaminación urbana.
En el paisaje su uso como punto focal es altamente recomendable.
En el jardín puede verse en el cantero lateral del SUM.
