Jueves 13 de Febrero de 2014

Historias de compromiso con los barrios porteños

En Buenos Aires hay muchas personas que, interesadas en el bienestar y porvenir de su comunidad acercan consultas, ideas y sugerencias para embellecer al espacio público. La Ciudad las reúne y hace realidad estas iniciativas. Así sucedió con el Pasaje Carlos Gardel, de Abasto; el Discépolo y la Escuela N°9, de Balvanera; y con una plaza del barrio Gral. San Martín, en Villa Pueyrredón.

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En septiembre de 2012 Teodoro, un vecino jubilado del Pasaje Carlos Gardel, se acercó a la Comuna para manifestar su preocupación por el estado de la calle; fue entonces que para atender a su inquietud se comenzaron a proyectar las obras de renovación que estuvieron listas al año siguiente.

Al igual que Teodoro, la Ciudad tiene muchos vecinos que, interesados en el bienestar, el porvenir y la historia de sus barrios, acercan consultas, ideas y sugerencias para embellecer el espacio público; el área de Atención Ciudadana trabaja junto a ellos para concretar estas iniciativas para que luego sean disfrutadas por miles de porteños.

“La Comuna nos ayudó a superar la situación hasta que se terminó haciendo una peatonal nueva”, contó Teodoro quien fue luego distinguido en una de las milongas a cielo abierto que se realizaron en el renovado pasaje de la Ciudad. “Me enorgullece mucho, me hace sentir muy bien ser uno más de los colaboradores que tiene la Comuna”, afirmó entonces.

La Escuela Normal N° 9 y el pasaje Enrique Santos Discépolo

En este caso toda la comunidad educativa participó activamente de la planificación y renovación del espacio, cuya obra se estrenó a fin de 2013 con una gran fiesta junto a familiares y amigos.
Los trabajos contemplaron la colocación de nuevas luminarias y mobiliario. También se sumaron lugares de descanso para que los padres puedan esperar allí a los chicos que salen del colegio.

Durante el tiempo de reacondicionamiento del pasaje los alumnos hicieron sus propuestas, sugirieron dónde era necesario colocar los bancos y diseñaron juegos para que estuvieran pintados en el piso. Cuando comenzaron las intervenciones, se hicieron varios eventos como clases abiertas, lecturas de cuentos y actividades de educación física.

“Estoy muy contenta por ver realizado el proyecto que tres años atrás parecía imposible de visualizar”, comentó Dina, la directora de la escuela, quien destacó el trabajo conjunto entre el Ministerio de Desarrollo, el de Educación y la Comuna. “Ahora, junto a los chicos de la escuela y los vecinos, podemos disfrutar de este hermoso lugar”, agregó durante la inauguración.

El cuidador de la Plaza Ezeiza

Beto vive en el Barrio San Martín y, de chico, su pasatiempo favorito era ir a jugar a la Plaza Ezeiza.

Tanto amor por el predio tenía Beto que una vez compró pintura para darle una mano a los bancos que lucían desmejorados.

Un día se acercó a la Comuna 12 a explicar la situación del lugar y así consiguió que la plaza fuera reacondicionada: se colocaron juegos infantiles con suelo de goma, se arreglaron las luminarias y se equipó la plaza con nuevo mobiliario como bancos y cestos.

La obra quedó inaugurada con una gran fiesta. Por su empuje y por su amor a la plaza, los vecinos le pidieron que sea el cuidador y él, orgulloso, aceptó.

Fotos: Atención Ciudadana/GCBA.