Las consecuencias del cambio climático se traducen en nuevos desafíos para las ciudades, que deben prepararse para identificar y hacer frente a estas amenazas de la manera adecuada. En este sentido, una ciudad preparada debe promover una gestión integral del riesgo, con especial énfasis en las tareas de sensibilización y comunicación a todos los vecinos. Este es un paso esencial para construir ciudades resilientes, capaces de adaptarse y de saber sobreponerse a situaciones disruptivas.
Por eso, como parte del Programa Buenos Aires Resiliente de la Secretaría General y Relaciones Internacionales del Gobierno de la Ciudad, junto con la Unidad de Proyectos Especiales de Educación para la Sustentabilidad del Ministerio de Educación, Defensa Civil y la Agencia de Protección Ambiental, realizamos un taller sobre gestión de riesgos y un simulacro de evacuación con los docentes y alumnos de 4º grado de la Escuela Primaria Común N°21 “Cnel. Cornelio Saaverda”, del barrio de Saavedra.
“Crear una consciencia del riesgo y alcanzar una comunicación más eficaz frente a desastres es uno de los principales ejes a los que apunta la estrategia de resiliencia de la Ciudad”, señaló David Groisman, Director General de Gestión Estratégica.
Así, más 30 alumnos y alumnas de 4º grado del primario participaron en una actividad lúdica donde se introdujeron conceptos de gestión de riesgo a través de dinámicas de participación y de un simulacro encabezado y guiado por los propios alumnos. Cada uno de los chicos adoptó un rol de liderazgo distinto para saber cómo actuar y cómo reaccionar frente a una emergencia en su escuela. Por su parte, 15 docentes de la escuela fueron capacitados en los protocolos de actuación frente a situaciones de anegamiento de la escuela, repasando los roles de la comunidad docente y las formas de proceder. Al final de la jornada, los docentes recibieron materiales para continuar el trabajo en clase de manera didáctica y participativa; y los chicos se llevaron a sus casas información con consejos prácticos sobre cómo autoprotección hogareña.
Esta propuesta lúdica constituye una medida no estructural de comunicación y sensibilización sobre el riesgo de inundaciones que acompaña y complementa los grandes programas de infraestructura de la Ciudad -como el Plan Hidráulico- el plan más ambicioso en la materia en los últimos diez años.
Crear una consciencia de riesgo y alcanzar una comunicación más eficaz frente a desastres es una de los ejes principales a los que apunta la estrategia de resiliencia de Buenos Aires, una estrategia de desarrollo que responde a los desafíos que supone la globalización, la urbanización acelerada y el cambio climático. Construir resiliencia supone estar preparados y para ello es crucial entender los desafíos a los que estamos expuestos como ciudad y poder anticiparlos. Trabajar con los más chicos como agentes de cambio y replicadores en la comunicación de riesgo es uno de los pilares centrales para la construcción de ciudades resilientes, preparadas y seguras.
Junto a la Red 100 Ciudades Resilientes y la Campaña Mundial “Desarrollando ciudades resilientes -¡Mi ciudad se está preparando!”, coordinada por Naciones Unidas, la Ciudad trabaja para construir resiliencia en diversas áreas como la educación del futuro, la integración social y urbana y la movilidad, la gestión de riesgos y la seguridad, y el cambio climático entre otros aspectos.