La Agencia de Protección Ambiental (APrA) de la Ciudad de Buenos Aires presentó los principales avances en materia de control y modernización en la gestión de trámites para empresas asentadas en la Ciudad. Además, ofreció una puesta al día de las acciones que se han llevado a cabo en torno al saneamiento de la Cuenca Matanza Riachuelo, y mostró los avances tecnológicos y humanos que se generaron dentro y fuera del organismo.
Más de 200 profesionales y empresarios nucleados en diversas cámaras de la Ciudad participaron de una jornada de información que se llevó a cabo en el Auditorio del nuevo Centro Cívico de la Ciudad, ubicado en Parque Patricios.
Hablaron con los invitados el ministro de Ambiente y Espacio Público, Edgardo Cenzon; y las autoridades de APrA: Juan Carlos Villalonga, presidente; Flavia Broffoni, directora general de Estrategias Ambientales; Marcelo Naveiro, director general de Control Ambiental y Luciana Setti, gerente operativa de Cuenca Matanza Riachuelo.
Edgardo Cenzon destacó: "Los resultados obtenidos por la APrA en términos de control ambiental de las empresas han redundado en una mayor transparencia en la gestión, incorporando nuevas tecnologías y agilizando los trámites. Este es nuestro objetivo siempre en la gestión: la optimización y estructuras descentralizadas como APrA no son excepción en este camino".
Edgardo Cenzon y Juan Carlos Villalonga, juntos, se encargaron del cierre del evento.
El nuevo sistema constituye un circuito informático integral que permitirá a quienes inicien y lleven adelante diversos trámites en la Agencia hacer un seguimiento en tiempo real del estado de sus expedientes.
Además, la sistematización de los procesos ofrece una mayor eficiencia en las tareas y mejora el tiempo de respuesta a la par que permite contar con informes de gestión y seguimiento de las inspecciones que realiza APrA.
Esta herramienta cubre todo el circuito de trabajo desde el inicio del trámite en la Mesa de Entradas, su paso a través de las diversas áreas y su finalización con la entrega de los certificados u obleas, según corresponda.
Villalonga dio las palabras de apertura, y recordó el inicio de su gestión, a finales de 2013: “En aquel momento tuve muchas reuniones con varios de ustedes, y noté curiosidad acerca de los planes y prioridades que íbamos a tener. Entonces, les señalé que los objetivos centrales para el corto plazo se focalizaban en dos grandes objetivos: por un lado, una serie de metas ambiciosas en materia de Saneamiento de la Cuenca del Matanza-Riachuelo; el segundo objetivo, dar un salto cualitativo en materia de modernización de procesos administrativos, de emisión de certificados y de fiscalización. En ambos hemos avanzado mucho y cosechado buenos logros gracias al trabajo de todo el equipo de la Agencia”.
Wall-E, el robot hiloguiado que inspecciona las cañerías.
APrA presentó, además, los avances en las acciones de control industrial de las empresas que están emplazadas en la zona de la Cuenca Matanza Riachuelo y que forman parte del trabajo desarrollado en el marco de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) de la que APrA forma parte.
El área de la Ciudad que pertenece a la Cuenca está delimitada por las Comunas 1,3,4,5,6,7,8, 9 y 10. En esa zona se encuentran asentadas más de 3.100 industrias que han sido controladas en su totalidad durante 2014. De estas empresas, 118 volcaban efluentes líquidos. Debido a eso, serán incorporadas al programa Producción más Limpia que les ofrecerá las herramientas para avanzar en la reconversión industrial.
De igual modo, a través del Programa de Detección de Conexiones Clandestinas de Origen Industrial a la Red Pluvial, APrA relevó los más de 2.100 ductos pluviales de la zona utilizando el robot hiloguiado, Wall-e, que permitió detectar y controlar 677 conexiones clandestinas en un total de 210 kilómetros de tuberías.
APrA, además, exhibió una de sus más recientes adquisiciones: un drone que facilita diferentes tareas a los inspectores, como tomar muestras de agua en lugares de difícil acceso. El dispositivo permite gran ductilidad para desarrollar nuevas funciones, como al incorporación de una cámara infrarroja para inspecciones nocturnas.
El drone permite alcanzar sitios de difícil acceso, y su ductilidad prevé la incorporación de nuevos accesorios para diferentes inspecciones.
