Jueves 01 de Febrero de 2018

¡Agua para toda la familia!

El ejemplo de los adultos es clave para generar un hábito de hidratación saludable en los niños.

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El agua es el componente más abundante y esencial del organismo, por lo cual, una adecuada hidratación es fundamental para la salud y el bienestar tanto de los adultos como de los más pequeños.

En los recién nacidos, la leche materna cubre todas las necesidades hídricas y nutricionales. Por esto es que los recién nacidos no necesitan ningún líquido adicional a la leche hasta los seis meses de edad. A partir de este momento, con el comienzo de la alimentación complementaria, es importante la incorporación de líquido para cubrir las necesidades del niño, siendo el agua la elección recomendada.

Para los niños pequeños de entre 4 y 8 años se aconseja que tomen entre 1.3 litros, que son aproximadamente seis vasos y medio por día, y para los más grandes de entre 9 y 13 años, 1.7 litros, es decir ocho vasos y medio.

¿Por qué se dice que el agua es la bebida más saludable? Entre las características principales del agua encontramos que no contiene calorías, azúcar ni edulcorantes. Tampoco tiene cafeína, colorantes, conservantes ni resaltadores de sabor, todo esto la hace ideal para hidratarse en comparación con otras bebidas como gaseosas o jugos comerciales.

Generar y afianzar hábitos acerca de cuánto y con qué nos hidratamos desde la niñez es un hábito saludable que durará toda la vida. Expertos afirman que mantener un correcto estado de hidratación surge más como resultado de un hábito aprendido, que como una conducta refleja ante las señales de sed. Sin olvidar a su vez, que la sed es un síntoma tardío de deshidratación.

Te compartimos algunos consejos prácticos para que los niños se mantengan hidratados

 Que lleven una botella de agua en la mochila para tener a mano en la escuela, al ir a la plaza, o más aún, si van a un club o polideportivo.

 Si hacen ejercicio, que tomen agua antes, durante y después de la actividad.

 Al momento de las comidas, llevá una jarra de agua a la mesa y serví en los vasos de todos los comensales. Es una forma de promover el hábito saludable casi sin darnos cuenta.

 Lográ que el agua se vuelva más atractiva como bebida, haciendo hielos de colores con jugos de frutas naturales, trocitos de frutas o hierbas (por ejemplo, incorporar en la cubetera pedacitos de frutillas y jugo de naranja, o bien, jugo de limón, ralladura de jengibre y hojitas de menta, para luego añadir esos cubitos a la jarra de agua de la mesa).Ofrecele agua a los niños, tenela disponible en sus momentos de juego y anticipate a estos días de tanto calor.

 Y recordá…

¡El ejemplo de los adultos es clave para generar hábitos saludables en los niños!