Verónica adoptó a su perrita Alelí en una de las jornadas del programa Adopción de Mascotas, que lleva adelante la Ciudad de Buenos Aires. Fue el año pasado y la emoción le dura aún hoy, según lo refleja a cada instante. Alelí, la entrañable perrita, llegó de la mano de los voluntarios de una de las tantas organizaciones que llevan adelante la noble tarea de buscarles un hogar a los perros y gatos que no lo tienen. Participó del desfile con la esperanza de encontrar una familia definitiva y así fue que Verónica, tal cómo ella misma describe, se enamoró "a primera vista."
Más allá del ejemplo de Verónica, las historias que rodean al mundo de las mascotas siempre tienen emoción de uno y otro lado. Son confesionales y terminan generando un lazo muy fuerte de amistad.