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Fuerte reducción de la contaminación sonora en la Avenida Santa Fe
El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, anunció hoy la implementación de la segunda etapa de la doble mano de Avenida Santa Fe, desde el cruce con la calle Anchorena hasta la plaza San Martín y reveló que la implementación de los carriles exclusivos para taxis y colectivos en la arteria (desde Anchorena hasta Plaza Italia) ha disminuido en más de cuatro decibeles los niveles de contaminación sonora en esa zona de Palermo.
“La disminución del ruido registró en promedio más de cuatro decibeles en toda la traza de modificación”, dijo Macri respecto del primer tramo de la doble mano puesto en marcha a fines de abril último.
Destacó en ese sentido que en horas no pico “se ha alcanzado una reducción de hasta ocho decibeles, lo que es muy bueno para la calidad de vida de los vecinos”.
Macri supervisó en persona el funcionamiento de la doble mano cuando este mediodía abordó un colectivo de la línea 152 en la esquina de Santa Fe y Anchorena y viajó hasta la parada ubicada metros después del cruce con Malabia, casi a la altura del Jardín Botánico.
Dijo que la otra evidencia importante que arrojan las primeras conclusiones de esta experiencia es que “hemos llegado a un 30 por ciento de ahorro en el tiempo que usa la gente para viajar”.
El jefe de Gobierno destacó que “la doble mano está funcionando de manera fantástica y ya estamos listos para emprender la segunda etapa, que irá desde Anchorena hasta la plaza San Martín”.
Macri estuvo acompañado por el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y por el Subsecretario de Transportes, Guillermo Dietrich.
“Sacar a los colectivos de las calles y hacerlos circular por las avenidas es algo que mejora infinitamente la calidad de vida de todos, porque implica menor contaminación, viajes más rápidos y tránsito más seguro”, afirmó.
El jefe comunal exhibió en la oportunidad los resultados de un Mapa de Ruido con los relevamientos efectuados en la zona por la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad a poco más de un mes de que comenzó a implementarse este sistema de vías preferenciales para el transporte.
Las disminuciones sononas más notorias se verifican a la altura de las calles:
En general, se registran fuertes bajas de ruido en calles aledañas a la avenida y leves subas sobre Santa Fe y algunas esquinas puntuales. Estos pequeños incrementos no superan las medidas previas a la implementación de la medida, y se condicen con la realidad de todas las grandes ciudades del mundo, apunta el informe.
Tanto la predicción como la evaluación de los primeros resultados ambientales de la medida se realizaron mediante un modelo matemático basado en un software de última generación (Cadna A) con el que se trabaja en las principales ciudades del mundo.
A su vez, y con el objetivo de validar los resultados del soft, se instalaron tres estaciones de monitoreo continuo de ruido en Santa Fe y Malabia, en el tramo de la avenida comprendido entre Laprida y Agüero, y sobre Güemes entre Malabia y Scalabrini Ortíz.
El área de estudio fue de 4,51 kilómetros cuadrados, y el análisis tuvo en cuenta la emisión, la propagación y la recepción del sonido. Además, el estudio contempló los datos morfológicos de los edificios, las características meteorológicas de la Ciudad de Buenos Aires y el tránsito vehicular como fuente de emisión de ruido.
Estos primeros resultados certifican que los cambios en la avenida Santa Fe contribuyen a la reducción de gases de efecto invernadero y material particulado (humo negro) que afecta a la Ciudad, ya que los autos y colectivos contaminan más cuando aceleran o desaceleran.
Y es importante destacar, se añade en el informe, que los contaminantes generados por el transporte se concentran en menor medida en una avenida en comparación con una calle angosta, donde se encajonan con mayor facilidad.
La Ciudad realizó estos estudios en línea con la ley 1540 de Control de la Contaminación Acústica, que establece la obligación de evaluar los efectos sonoros en todos los proyectos o modificación de los recorridos actuales de transporte público y privado, y vías de circulación.
“La disminución del ruido registró en promedio más de cuatro decibeles en toda la traza de modificación”, dijo Macri respecto del primer tramo de la doble mano puesto en marcha a fines de abril último.
Destacó en ese sentido que en horas no pico “se ha alcanzado una reducción de hasta ocho decibeles, lo que es muy bueno para la calidad de vida de los vecinos”.
Macri supervisó en persona el funcionamiento de la doble mano cuando este mediodía abordó un colectivo de la línea 152 en la esquina de Santa Fe y Anchorena y viajó hasta la parada ubicada metros después del cruce con Malabia, casi a la altura del Jardín Botánico.
Dijo que la otra evidencia importante que arrojan las primeras conclusiones de esta experiencia es que “hemos llegado a un 30 por ciento de ahorro en el tiempo que usa la gente para viajar”.
El jefe de Gobierno destacó que “la doble mano está funcionando de manera fantástica y ya estamos listos para emprender la segunda etapa, que irá desde Anchorena hasta la plaza San Martín”.
Macri estuvo acompañado por el ministro de Ambiente y Espacio Público, Diego Santilli, y por el Subsecretario de Transportes, Guillermo Dietrich.
“Sacar a los colectivos de las calles y hacerlos circular por las avenidas es algo que mejora infinitamente la calidad de vida de todos, porque implica menor contaminación, viajes más rápidos y tránsito más seguro”, afirmó.
El jefe comunal exhibió en la oportunidad los resultados de un Mapa de Ruido con los relevamientos efectuados en la zona por la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad a poco más de un mes de que comenzó a implementarse este sistema de vías preferenciales para el transporte.
Las disminuciones sononas más notorias se verifican a la altura de las calles:
- Borges, entre Santa Fe y Güemes (-8,2 decibeles);
- Güemes, entre Gurruchaga y Virasoro (-4,9 decibles);
- Mansilla, entre Agüero y Laprida (-4,8 decibeles);
- y Arenales, entre Billinghurst y Sánchez de Bustamante (-2,4 decibles).
En general, se registran fuertes bajas de ruido en calles aledañas a la avenida y leves subas sobre Santa Fe y algunas esquinas puntuales. Estos pequeños incrementos no superan las medidas previas a la implementación de la medida, y se condicen con la realidad de todas las grandes ciudades del mundo, apunta el informe.
Tanto la predicción como la evaluación de los primeros resultados ambientales de la medida se realizaron mediante un modelo matemático basado en un software de última generación (Cadna A) con el que se trabaja en las principales ciudades del mundo.
A su vez, y con el objetivo de validar los resultados del soft, se instalaron tres estaciones de monitoreo continuo de ruido en Santa Fe y Malabia, en el tramo de la avenida comprendido entre Laprida y Agüero, y sobre Güemes entre Malabia y Scalabrini Ortíz.
El área de estudio fue de 4,51 kilómetros cuadrados, y el análisis tuvo en cuenta la emisión, la propagación y la recepción del sonido. Además, el estudio contempló los datos morfológicos de los edificios, las características meteorológicas de la Ciudad de Buenos Aires y el tránsito vehicular como fuente de emisión de ruido.
Estos primeros resultados certifican que los cambios en la avenida Santa Fe contribuyen a la reducción de gases de efecto invernadero y material particulado (humo negro) que afecta a la Ciudad, ya que los autos y colectivos contaminan más cuando aceleran o desaceleran.
Y es importante destacar, se añade en el informe, que los contaminantes generados por el transporte se concentran en menor medida en una avenida en comparación con una calle angosta, donde se encajonan con mayor facilidad.
La Ciudad realizó estos estudios en línea con la ley 1540 de Control de la Contaminación Acústica, que establece la obligación de evaluar los efectos sonoros en todos los proyectos o modificación de los recorridos actuales de transporte público y privado, y vías de circulación.
Publicación:
23 de junio de 2010