El jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, inauguró el Viaducto Punta Arenas, que permite la continuidad de la calle homónima por debajo de las vías del ferrocarril General Urquiza, en el barrio de La Paternal y que forma parte del programa de obras viales encarado por la Ciudad para agilizar y mejorar el tránsito.

“Vengo a festejar con los vecinos, porque obras como ésta son un paso adelante en el camino para mejorar la calidad de vida de la Ciudad", dijo Macri.

El jefe comunal destacó que "un paso bajo nivel nos permite viajar más rápido y ganar horas para trabajar, para descansar y para estar en familia".

Macri señaló que "los problemas de tránsito son graves y complejos y necesitan de inversiones enormes para poder avanzar en la mejora del transporte público y en la creación de vías rápidas alternativas”.

Advirtió que para ello hacen falta "recursos importantes y que el Gobierno de la Nación colabore" para que la Ciudad pueda acceder a financiamiento, "cosa que no ha hecho hasta ahora, más bien todo lo contrario".

Pero remarcó que "obras como la que estamos inaugurando son una demostración de que nosotros no nos quedamos quietos y con actitud de lamento".

"Por el contrario, seguimos trabajando sin pausa para hacer todo lo que se pueda dentro de nuestras posibilidades, y vamos a seguir en esa línea”, aseveró.

Macri subrayó también que la construcción del paso bajo nivel ha sido ejecutada luego de que se cumplieron todos los procedimientos de diálogo y consulta con los vecinos, a través de los mecanismos de audiencia pública.

Una obra de “muy favorable impacto ambiental”

Por su parte, el Ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chain, destacó que el bajo nivel “no sólo genera un espacio de conexión” que ordena el tránsito.

“Es, además, una obra de muy favorable impacto ambiental que renueva el espacio público y mejora las condiciones de seguridad, con más iluminación y una notoria remodelación del entorno urbano”, señaló.

La obra inaugurada consiste en la construcción de un viaducto de aproximadamente 238 metros de longitud, con un puente ferroviario de 12,5 metros y accesos viales a ambos lados, de 20,5 metros en el sector sur y de 47 metros en el norte.

El emprendimiento forma parte del Programa de Viaductos que puso en marcha el Gobierno de la Ciudad. El plan se propone como objetivo ordenar, agilizar y mejorar el tránsito en todos aquellos barrios que a lo largo del día sufren serios problemas de congestión, embotellamiento y largos tiempos muertos de circulación vehicular como consecuencia de los cruces ferroviarios.