Una Ciudad que cambia con los Juegos Olímpicos de la Juventud

Con actividades en escuelas, clínicas deportivas y obras de infraestructura, Buenos Aires 2018 dejará una marca inolvidable para los vecinos.

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Desde chicos que toman pinceles para pintar juntos un mural, alumnos que charlan con con atletas que vivieron la experiencia Olímpica y se cuelgan la medalla para una foto, hasta la construcción de parques y viviendas que se sumarán al paisaje de la Ciudad luego de los Juegos. Todo forma parte del legado de Buenos Aires 2018, una huella cultural, deportiva, educativa y de infraestructura que ya comenzó a ser realidad.

Un legado en las aulas y en los estadios

Uno de los pilares de esta huella es acercar el deporte a las aulas. Y lo estamos logrando gracias a “BA Ciudad Activa”, la iniciativa que busca que el espíritu y los valores Olímpicos lleguen a cada barrio a través de actividades culturales, educativas y culturales.

Como parte de este legado intangible, ya visitamos todos los colegios primarios y secundarios de la Ciudad con “Buenos Aires 2018 va a la escuela”. Esta actividad busca vincular a los chicos y a los valores Olímpicos con acciones como la confección de murales (que ya son 50), el traspaso de la bandera Olímpica entre cada institución y clubes de barrio, y la realización de una obra de teatro que aborda el deporte desde distintas perspectivas.

Otro foco en la construcción del legado de los Juegos Olímpicos de la Juventud son las actividades de iniciación deportiva que ya alcanzaron a 500 instituciones educativas. pudieron charlar con atletas y ex deportistas Olímpicos, y sacarse fotos con las medallas. Este año esperamos alcanzar el millón de chicos, sumando prácticas de disciplinas no tan conocidas como el tenis de mesa y el bádminton.

“BA Ciudad Activa” también propone y trabaja para que los Juegos tengan impacto en la salud de los vecinos. Esta iniciativa busca incentivar la actividad física y la alimentación saludable, para que los Juegos Olímpicos de la Juventud cambien los hábitos de vida de los porteños y así evitar enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), como la diabetes y la obesidad, que son la principal causa de muerte en Argentina y en el mundo. Para lograrlo, promueve hábitos saludables y estilos de vida activos en la sociedad de la mano de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

Las acciones con los vecinos no terminarán con el inicio de Buenos Aires 2018 sino que se trasladarán a los Parques Olímpicos de la Juventud. Cada uno de ellos combinará competencias deportivas oficiales, eventos deportivos y actividades culturales y educativas para atletas, entrenadores, jóvenes, familias y comunidad local e internacional.

Un legado de infraestructura para la Ciudad

Al legado cultural y educativo se agrega otro fundamental vinculado al desarrollo económico y la infraestructura de la Ciudad. Estos Juegos Olímpicos de la Juventud significarán un fuerte impulso para la zona sur porque la Villa Olímpica de la Juventud, donde vivirán los deportistas durante el evento, está siendo construida en Villa Soldati potenciando así el barrio y su zona comercial. Además, permitirá seguir posicionando a Buenos Aires como el mejor destino turístico de la región.

Después de los Juegos, los vecinos no solo podrán adquirir las viviendas del Barrio Olímpico de la Juventud, sino que también disfrutarán del Parque Olímpico de la Juventud, que seguirá funcionando como un centro deportivo de alto rendimiento.

Gracias a este legado educativo, deportivo, cultural y de infraestructura, los récords que se batirán no se verán solo en las pistas y las canchas donde se lleven a cabo las competencia oficiales sino que impactarán en toda la Ciudad.