Israel posee uno de los ecosistemas más innovadores del mundo que promueve la creación de startups y transferencia tecnológica. Esto convierte al premio que ofrece SINAPTEC en una oportunidad para que los proyectos de base científico-tecnológica locales se potencien más allá de nuestra frontera. El martes 11 de septiembre, esta tercera edición dio a conocer a sus proyectos ganadores que fueron desarrollados en: la Universidad de San Martín (UNSAM), la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), la Fundación Barceló, el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y la Universidad de Buenos Aires (UBA).
SINAPTEC es una iniciativa destinada a unidades de vinculación tecnológica y oficinas de vinculación y transferencia tecnológica que busca fortalecer las capacidades de estos actores clave del ecosistema de innovación y promover el desarrollo y transferencia de proyectos de base científico-tecnológica. En esta tercera edición, se postularon proyectos vinculados a ciencias de la vida, energía y transporte, y ciencias del agro.
"Estamos generando vínculos para seguir mostrando nuestra ciencia y tecnología en el mundo, apoyando a proyectos de distintas jurisdicciones", sostuvo Clara De Hertelendy, directora general de Ciencia y Tecnología de la Ciudad, en la premiación del martes a la que se sumaron representantes de la Subsecretaría de Ciencia y Tecnología de la Provincia de Buenos Aires. "Estamos muy contentos con la convocatoria del programa, se presentaron proyectos muy interesantes de muchas instituciones", sumó Anabella Fassiano, gerente operativa de Promoción de Vinculación Tecnológica.
Los ganadores recibirán una mentoría que los preparará para el viaje a Israel en octubre. Cuando lleguen al país asiático, visitarán instituciones de investigación y desarrollo, centros de innovación, a expertos y referentes del sector y a posibles clientes e inversores. "Nos interesa mucho esta experiencia para conocer qué es lo que pasa en términos de vinculación y transferencia tecnológica en todo el mundo", explicó Leandro Valentini de la UBA, que ocupó el quinto puesto con el proyecto CruziVax, la vacuna para la prevención y tratamiento de la enfermedad causada por la infección del mal de chagas. Tanto el viaje como la mentoría se adaptan a las necesidades particulares de cada proyecto. "En Israel esperamos contactarnos con potenciales adoptantes de esta patente que estén dispuestos a producir y comercializar esta tecnología", agregó Cintia Hernández de la UNQ, quien recibió el segundo premio por ANTZ, un controlador biológico de hormigas cortadoras de hojas.
A esos proyectos se les suman otros premiados: el primer lugar fue para la UNSAM con Recubrimiento antimicrobiano, un tipo de recubrimiento de acción prolongada en el tiempo que permite prevenir la contaminación post-limpieza, el tercero fue para la Fundación Barceló con Sags, una nueva estrategia terapéutica para el tratamiento en leucemias/linfomas T y el cuarto fue para el CONICET con Envase flexible para liberación prolongada de repelente, que permite proteger los alimentos de, por ejemplo, roedores u hongos, sin que los agentes activos que generan esta protección entren en contacto con el contenido del envase.
