+ Poesía: Fui al río

Un poema y todo su mundo cada 15 días: ¿Quién lo escribió? ¿Cuál es la historia detrás del poema? ¿Qué otras voces evoca?

Compartir en redes

En esta primer cápsula vas a conocer un poema de Juanele: “Fui al río...” del libro El angel inclinado (1937). El poeta, mejor conocido como Juanele, nació en Puerto Ruiz, Entre Ríos, en 1896. Pasó efímeramente por Buenos Aires en los años 20, regresó a Gualeguay donde trabajó como empleado público al tiempo que construía una obra monumental.

Su escritura está atravesada por la influencia de grandes poetas como: Rilke, Proust, Pasternak o Li Tai Po. Comprometido con la revolución, viajo por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y China. En este sentido, mantuvo una vida humilde, despojada de grandes posesiones.

Juan José Saer lo consideró el mejor poeta argentino del siglo XX.

Sobre el poema

Por Carolina Esses, curadora de Más poesía:

Los puntos suspensivos del título nos llevan a los principios de su poética –una poética es la manera en la que un poeta entiende su oficio-: el poema empieza pero no termina nunca, siempre puede continuar. En realidad, ni siquiera empieza sino que el poeta es alguien que recoge un hilo de palabras que lo precede, que existe al margen de él.
¿Cómo son las palabras para Juanele? Siempre provisorias, pequeñas, se escurren entre las manos, como el agua. Su último libro, El Gualeguay recoge la idea del “poema río”, un poema de más de 6000 versos que busca plasmar la historia de una zona. Juanele lo hace a través de la cadencia del poema, la disposición de los versos en la hoja, incluso de la tipografía: letras delgadas y alargadas.

Fiel lector de la literatura oriental, en Juanele no hay certezas; la afirmación siempre cede a una pregunta. Eso se ve muy bien en estos versos: “Regresaba/ -¿Era yo el que regresaba?”. Tampoco hay referencias concretas, los sentimientos son difíciles de definir: la angustia es vaga, es “casi” angustia –¡qué maravillosos esos versos “en la angustia vaga/ de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas”. Lo único que se impone es el paisaje. Y la relación con el paisaje, en Juanele nunca es pasiva o de simple contemplación, sino que se encarna en el poeta, el paisaje es el poeta. Así, en este poema, al poeta no le basta con mirar el río, con tenerlo enfrente. Quiere saber, entender “qué decía el cielo vago y pálido en él”, es decir quiere la experiencia del río. Por eso necesita sentirlo dentro de sí mismo: “De pronto sentí el río en mí” Con estos versos comienza la segunda parte del poema, la transformación del poeta en aquello que mira. Podríamos decir que todo el poema es un pasaje: ese que va de la contemplación a la experiencia. El poeta pasa de mirar ese río a decir: “Era yo un río en el anochecer/ y suspiraban en mí los árboles.”


El poema

Fui al río...

Fui al río, y lo sentía
cerca de mí, enfrente de mí.
Las ramas tenían voces
que no llegaban hasta mí.
La corriente decía
cosas que no entendía.
Me angustiaba casi.
Quería comprenderlo,
sentir qué decía el cielo vago y pálido en él
con sus primeras sílabas alargadas,
pero no podía.

Regresaba
—¿Era yo el que regresaba?—
en la angustia vaga
de sentirme solo entre las cosas últimas y secretas.
De pronto sentí el río en mí,
corría en mí
con sus orillas trémulas de señas,
con sus hondos reflejos apenas estrellados.
Corría el río en mí con sus ramajes.
Era yo un río en el anochecer,
y suspiraban en mí los árboles,
y el sendero y las hierbas se apagaban en mí.
Me atravesaba un río, me atravesaba un río!


Juanele por Juanele

  • “… si no se identifica con la vida, no es poesía…”
  • “No veo en el paisaje, como Sartre dijo muy bien, solamente paisaje. Veo o trato de ver, o lo siento así, todas las dimensiones de lo que trasciende o de lo que diríamos así, lo abisma.” (extraído de la entrevista que le hiciera Juana Bignozzi en Juanele, poemas publicado por Carlos Perez Editor en 1969.)

Si te gusto la recomendación:

Te invitamos a leer a Juan José Saer. Podés empezar por sus poemas recogidos en El arte de narrar o intentar con una de sus mejores obras, una novela, Glosa (1986). En ella, uno de los personajes, el poeta Washington Noriega tiene mucho que ver con Juanele a quien Saer, junto a otros escritores, admiraba y visitaba. También podés leer los poemas narrativos de Cesare Pavese (te recomiendo Trabajar cansa) o la poesía de lo mínimo de Emily Dickinson. Hay mucho de ambos en la poética particularísima de Juanele Ortiz.

Más poesía forma parte de la programación de #BACulturaEnCasa, la web del Ministerio de Cultura que reúne todo el contenido cultural de la Ciudad. Mirá todo lo que tenés para hacer: www.buenosaires.gob.ar/culturaencasa