Los dichos mal dichos

El tema en debate era un conflicto, de los tantos del fútbol, cuando a uno de los charlistas radiales no se le ocurrió mejor metáfora que decir: “Fulano, como siempre, pateó la pelota para adelante” , pretendiendo indicar que el tipo no tenía interés en resolver el problema. Aclaremos que patear la pelota para adelante, en un contexto de fútbol, es casualmente hacer las cosas bien, hacer lo que corresponde para convertir un gol. Lo que el comentarista quiso decir es que el tipo “pateó la pelota afuera”, o “a la tribuna”, que se refiere a que alguien no quiere hacer lo que se espera que haga.
Pero hay más, sobre todo en el universo de los medios no escritos, donde el tiempo es tirano y las palabras no necesariamente deben pasar por algún cedazo neuronal antes de ser lanzadas al mundo.
Es muy común escuchar decir, para referirse a una situación que incluye algo bueno y algo malo: Una de cal y una de arena”. Pues debemos saber que una de cal y una de arena, más agua, es un revoque. Nada más. La expresión correcta es: “Una de cal y una de brea” . Se refiere al uso de las pinturas: una de cal para blanquear y una de brea, para ensuciar. Blanco y negro, una caricia y una piña. Nada que ver con la cal y la arena, que son blanco y cremita. Un despropósito.
Muestran un choque en la ruta con la participación de uno o más camiones, ómnibus o automóviles, y los movileros salen a decir: “Lamentablemente, debemos explicar que se trata de un accidente habitual en tal o cual ruta” . Ocurre que si se trata de un accidente, éste se define como un suceso eventual que altera el orden regular de las cosas”, algo no previsto. O sea, que si es habitual, como suele pasar en las rutas, que choquen todos contra todos, no se trata de un accidente, sino de una consecuencia previsible que se verifica a diario.
En el ambiente deportivo es común el mal uso del término “invicto” . Un equipo o un tipo está invicto si nunca fue vencido y siempre salió victorioso. Las dos cosas. Tal lo que dice el mataburros, y que bien sabían los antiguos jefes de redacción que no usaban este término cuando había un empate, porque el empate hace perder la condición de siempre victorioso. Es probable que en su origen hiciera referencia a las batallas o a las carreras de cuádrigas, en las que era difícil que no hubiera un ganador, pero cuando apareció la posibilidad de empate, la Real Academia se apuró a agregar lo de “siempre victorioso”, porque una cosa es decir:“Ninguna mina me dijo no”, sin aclarar que todas se rajaron, y otra, muy distinta es afirmar: “Todas las minas me dijeron siempre sí” ¡Ese sí que va invicto en la vida!
Un detalle simplemente curioso lo ofrece la expresión “televisor color”, expresión que aún utiliza el conductor de televisión cuando anuncia que Doña Pocha de Villa Pueyrredón, se ganó un “televisor color” , como si Doña Pocha pudiera ganarse un “televisor blanco y negro”. Si bien la televisión en colores nació allá por 1978, en las computadoras de las casas de venta de electrodomésticos, sigue apareciendo “TV Color”. Menos mal que esta obviedad no se utiliza para decir “Plasma color” o “LCD color” .
Como dice el refrán: “Al andar mira, al hablar piensa”.

Santiago Varela/2006