Con Edith Bernárdez tocamos desde hace unos siete años; hemos tocado en la sala principal del Teatro Colón, entre muchas otras experiencias. En cambio, el dúo con Cecilia es más reciente. Empezamos a trabajar en mayo último y en septiembre hicimos nuestra primera presentación, en el marco del "48 Septiembre musical tucumano". Además, fuimos seleccionados para participar del concurso que organiza Argentmúsica. Con respecto al entendimiento, tanto con Edith como con Cecilia siento que hay química. Ese es un tema interesante... Creo que el entendimiento total tiene que ver con no entender al otro, con escucharlo y observar cómo el otro percibe, para finalmente descubrir otra mirada. Eso favorece el entendimiento.
Fue una propuesta de Martha y francamente no la esperaba. Yo estaba atravesando un momento personal bastante difícil y lo que menos imaginaba era que llegaría un compromiso de tal calibre. Hasta que llegó el día del concierto, recuerdo aquel período como una especie de sueño. Cuando lo contaba me parecía que estaba hablando de otra persona; que era otra persona la que tenía que tocar... Recuerdo que ensayamos en Bruselas, en la casa de Martha, y el concierto en Italia llegó más rápido de lo esperado. Todo ocurrió con cierto vértigo, pero fue maravilloso. Lo que más disfruté fueron los ensayos. Aprendí y crecí. Le estoy muy agradecido a Martha.
El tango es nuestra única incursión en lo popular; nos damos ese permiso y confiamos en que saldrá bien. Entre las obras también figura un estreno. Se trata de una Fantasía para violín y piano de J. Rezzuto, un joven compositor argentino.
Encontrar tangos a cuatro manos fue una tarea difícil, pero después de una ardua pesquisa dimos con "Garúa y un arreglo de Orlando Tripodi que nos gustó mucho. Después de probar "Garúa", comprobamos que nuestra idea de los tangos a cuatro manos sonaba bien, y le pedí a Juan Pablo Marcó, un amigo muy querido, si se animaba a hacer un arreglo de "El Choclo". Espero que el público quede tan satisfecho como nosotros.