Porque quería tocar soul y funk con músicos afroamericanos. El ritmo es el elemento esencial, y la música que siempre me inspiró está enraizada con los negros esclavos que llegaron a América. Me gustaba el dinamismo que tenían tocando guitarra rítmica; ahí yo encajaba perfectamente.
Lo grabé hace dos años con Daniel Mazza en bajo y Sebastián Peyceré en batería. Es una producción independiente; o sea, lo realizamos en casa. Si alguien quiere comprarlo tiene que mandar un e-mail a edelmirotrio@yahoo.com.ar. Si el pedido es de Capital o del Gran Buenos Aires, llevamos el disco a domicilio.
Son son muy interactivas, porque me gusta escuchar lo que la gente quiere. Lo que más me importa es el acercamiento y poder aclarar cosas técnicas, de armonía, ritmo, todo lo que tenga que ver con la guitarra. La cuestión es establecer contacto y escuchar lo que el otro está buscando. Además, aliento a los muchachos para que lean y escriban música; si lo hacen se ensancha el horizonte.
Tengo mucho material grabado y estoy preparando la segunda parte de Expreso de agua santa. Estoy tocando bastante en Capital y el interior, conociendo a gente increíble. Vienen a verme familias; pibes que nunca me habían escuchado pero me conocían por sus padres... Después de haber vivido tanto tiempo en el exterior de la Argentina, al volver me siento rejuvenecido, como si tuviera cuarenta años (risas). Para mí, todo es actual, todo es hoy.